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Cuentos de Navidad Cortos: Descubre los secretos mágicos que encierran estas historias

Miguel Benedetti

¡El espíritu navideño ha llegado y con él, un sinfín de cuentos mágicos te esperan!

En esta época del año, los corazones se llenan de alegría, los hogares se decoran con luces brillantes y el amor se esparce por cada rincón.

Pero, ¿qué sería de la Navidad sin esos maravillosos cuentos que nos transportan a mundos llenos de fantasía y nos hacen soñar con la magia que solo esta temporada puede ofrecer?

En este artículo, te invitamos a sumergirte en una selección de cuentos de Navidad cortos que te envolverán en un halo de emoción y te harán recordar el verdadero valor de esta celebración.

¡Prepárate para dejarte llevar por la magia de la Navidad y déjate sorprender por estos relatos que calentarán tu corazón en los días más fríos del año!

Cuentos de navidad cortos

Cuentos de navidad cortos 1

Érase una vez, en un pequeño pueblo cubierto de nieve, vivía un niño llamado Lucas. Lucas esperaba con ansias la llegada de la Navidad, pero este año algo era diferente. Los adornos y las luces brillaban menos, la felicidad parecía haberse desvanecido.

Una noche, mientras Lucas se encontraba admirando el cielo estrellado, algo mágico sucedió. Una estrella fugaz cruzó el firmamento y, de repente, apareció ante él un duende diminuto llamado Tito. Tito tenía una sonrisa traviesa y unos ojos llenos de alegría.

El duende le contó a Lucas que el espíritu navideño se había debilitado y necesitaba su ayuda para recuperarlo. Juntos, emprendieron un viaje por el pueblo, llevando pequeños actos de bondad y amor a cada rincón. Decoraron árboles, cantaron villancicos y compartieron risas con todos los habitantes.

Poco a poco, la magia de la Navidad comenzó a regresar. Las casas se iluminaron con destellos de colores, los corazones se llenaron de esperanza y el ambiente se impregnó de un dulce aroma a galletas recién horneadas.

En la víspera de Navidad, Lucas y Tito organizaron una gran fiesta en la plaza del pueblo. Todos los vecinos se unieron en una celebración llena de amor y alegría. Juntos, recordaron la importancia de la amistad, la generosidad y el espíritu navideño.

Cuando el reloj marcó la medianoche, un resplandor mágico envolvió el pueblo. La estrella fugaz volvió a aparecer y todos los corazones se llenaron de gratitud. Lucas se dio cuenta de que la verdadera magia de la Navidad reside en el amor y la bondad que compartimos con los demás.

A medida que el tiempo pasaba, el recuerdo de aquella Navidad especial se mantuvo vivo en el corazón de Lucas y de todos los habitantes del pueblo. El espíritu navideño se mantuvo fuerte y cada año, durante las fiestas, recordaban la historia del niño y el duende que devolvieron la alegría a sus vidas.

Y así, la magia de la Navidad perduró para siempre en aquel pequeño rincón del mundo, recordándonos que la verdadera felicidad radica en dar y compartir con los demás, sin importar el tamaño de nuestros actos.

Cuento 1: La estrella de Navidad

Cuento 1 la estrella de navidad

Cuento 1: La estrella de Navidad

Había una vez, en un pequeño pueblo cubierto de nieve, una niña llamada Clara. Clara era una niña curiosa y soñadora, siempre buscaba la magia en cada rincón. Pero lo que más le fascinaba era la Navidad.

Cada año, Clara esperaba ansiosa la llegada de la Navidad, pues sabía que algo especial estaba por suceder. Pero lo que más anhelaba era ver la famosa estrella de Navidad, la cual, según la tradición del pueblo, aparecía solo una vez cada cien años.

Con cada Navidad que pasaba, Clara se llenaba de esperanza y se preguntaba si sería la afortunada en presenciar el resplandor de esa estrella mágica. Contaba los días, adornaba su árbol con ilusión y escribía cartas a Santa Claus, pidiéndole que le concediera ese deseo tan preciado.

Un día, mientras caminaba por el bosque cubierto de nieve, Clara encontró una carta olvidada en el suelo. Con curiosidad, la recogió y vio que estaba dirigida a Santa Claus. Sin pensarlo dos veces, decidió leerla. La carta estaba escrita por un niño llamado Mateo, quien también anhelaba ver la estrella de Navidad.

Inmediatamente, Clara supo lo que debía hacer. Escribió una carta de respuesta a Mateo, invitándolo a unirse en su búsqueda de la estrella de Navidad. Ambos niños compartían la misma ilusión y sabían que juntos podrían hacer que su sueño se hiciera realidad.

En la víspera de Navidad, Clara y Mateo se encontraron en el bosque. Con linternas en mano, emprendieron un emocionante viaje en busca de la estrella mágica. Caminaron por senderos nevados, atravesaron riachuelos helados y subieron colinas empinadas, sin rendirse ni perder la esperanza.

Cuando el cielo estaba lleno de estrellas y la noche se volvía más fría, Clara y Mateo llegaron a la cima de una montaña. Allí, en ese momento tan especial, la estrella de Navidad iluminó el cielo con su brillo dorado y plateado. Era tan hermosa como ellos se habían imaginado.

Los ojos de Clara y Mateo se llenaron de asombro y alegría. Se abrazaron emocionados, sabiendo que su unión y su valentía los habían llevado a presenciar algo verdaderamente mágico. En ese instante, sintieron que la Navidad cobraba un significado aún más especial.

Desde aquel día, Clara y Mateo se convirtieron en grandes amigos. Cada año, recordaban con cariño aquel momento mágico en el que encontraron la estrella de Navidad. Y aunque ya no vivieran en el mismo pueblo, su amistad perduraba en el recuerdo de esa noche llena de magia y sueños cumplidos.

Así, la historia de Clara y Mateo se convirtió en una leyenda del pueblo, pasando de generación en generación. Y cada vez que alguien miraba al cielo estrellado en Navidad, sus ojos se llenaban de esperanza y la certeza de que los sueños pueden hacerse realidad, solo hace falta creer en ellos y compartirlos con alguien especial.

Fin.

Este cuento nos enseña la importancia de la amistad, la unión y la magia de la Navidad. Nos recuerda que los sueños pueden hacerse realidad cuando se comparten con alguien que cree en ellos tanto como nosotros. Y sobre todo, nos invita a mantener viva la ilusión y la esperanza en nuestros corazones, especialmente en estas fechas tan especiales.

Cuento 2: El regalo perdido

Cuento 2 el regalo perdido

Cuento 2: El regalo perdido

En un pequeño pueblo cubierto de nieve, se acercaba la noche de Navidad. Todos los habitantes estaban emocionados por la llegada de una de las festividades más esperadas del año. Las calles se adornaban con luces parpadeantes, las casas se llenaban de un cálido aroma a galletas recién horneadas y los corazones se llenaban de alegría y generosidad.

En medio de toda la efervescencia navideña, vivía una niña llamada Lucía. Era una niña curiosa y llena de imaginación, siempre en busca de aventuras. Lucía siempre esperaba con ansias la llegada de los regalos, pero este año tenía algo más en mente. Quería encontrar el regalo perfecto para su abuelo, Don Ernesto.

Don Ernesto era un anciano amable y sabio, con una barba blanca como la nieve y unos ojos brillantes llenos de afecto. Lucía quería sorprenderlo con algo especial, algo que demostrara cuánto lo quería y lo agradecida que estaba por sus enseñanzas y amor incondicional.

Decidida a encontrar el regalo perfecto, Lucía se aventuró en un paseo por el bosque encantado que rodeaba el pueblo. Siguiendo un antiguo sendero, llegó a un claro cubierto de nieve, donde se encontró con un misterioso duende.

El duende, llamado Alfonso, tenía un sombrero rojo y verde, y una sonrisa traviesa en su rostro. Lucía, sorprendida pero emocionada, le preguntó si podía ayudarla a encontrar el regalo perdido para su abuelo. Alfonso, con su voz aguda y juguetona, aceptó el desafío y la llevó a un viaje lleno de magia y misterio.

Juntos, Lucía y Alfonso exploraron un laberinto de árboles encantados y se encontraron con criaturas mágicas que les indicaron pistas sobre el regalo perdido. Siguiendo las indicaciones, llegaron a un antiguo puente cubierto de hielo. En medio del puente, encontraron una caja envuelta en papel brillante.

Al abrir la caja, Lucía descubrió un viejo reloj de bolsillo, con un grabado especial que decía: El tiempo es el regalo más valioso. Lucía entendió de inmediato el significado detrás del regalo. El abuelo Don Ernesto siempre había dedicado su tiempo a ella, enseñándole lecciones de vida y compartiendo hermosos momentos juntos.

Con el reloj en sus manos, Lucía regresó al pueblo con una sonrisa radiante y envolvió cuidadosamente el regalo. En la noche de Navidad, mientras todos los vecinos intercambiaban regalos, Lucía entregó el reloj a su abuelo. Los ojos de Don Ernesto se llenaron de lágrimas de alegría y emoción al recibir el regalo.

En ese momento, Lucía entendió que el regalo no era solo un objeto material, sino una expresión de amor y gratitud. El tiempo compartido, las enseñanzas y los momentos compartidos eran los verdaderos regalos que trascendían cualquier objeto.

Desde aquel día, Lucía y su abuelo atesoraron cada instante juntos, sabiendo que el regalo más valioso era el tiempo que compartían como familia. En ese pequeño pueblo cubierto de nieve, el espíritu de la Navidad se mantenía vivo, recordándoles a todos que el amor y la generosidad son los verdaderos regalos que nos llenan de felicidad en esta época mágica del año.

Cuento 3: El espíritu de la Navidad

Cuento 3: El espíritu de la Navidad

Era la víspera de Navidad y en el pequeño pueblo de Luzbrillante reinaba un ambiente de alegría y expectación. Las calles estaban decoradas con luces brillantes, los escaparates de las tiendas exhibían regalos coloridos y el aroma a galletas recién horneadas invadía el aire. Pero a pesar de todo esto, había alguien en el pueblo que no sentía la misma emoción navideña: el señor Grinch.

El señor Grinch era un hombre egoísta y amargado que vivía en una pequeña cabaña en las afueras del pueblo. No le gustaba la Navidad y siempre intentaba arruinarla para los demás. Todos los años, se dedicaba a robar los regalos de los niños y a apagar las luces de las casas durante la nochebuena. No entendía por qué la gente se mostraba tan alegre y generosa en esta época del año.

Pero en aquel año, algo diferente estaba a punto de suceder. Mientras el señor Grinch planeaba su próxima travesura, una pequeña niña llamada Clara se acercó a él. Ella era conocida en el pueblo por su inocencia y su espíritu navideño inquebrantable.

Clara miró al señor Grinch fijamente y le dijo: Señor Grinch, sé que no le gusta la Navidad, pero ¿no cree que todos merecen ser felices en estas fechas? La Navidad es un momento de amor, de compartir y de estar juntos.

El señor Grinch, sorprendido por las palabras de la niña, se quedó pensativo. Por primera vez en mucho tiempo, algo en su corazón comenzó a cambiar. Recordó cómo solía disfrutar de la Navidad cuando era niño, antes de que se volviera tan amargado.

Decidió darle una oportunidad al espíritu navideño y, en lugar de robar los regalos de los niños, decidió ayudar a repartirlos por todo el pueblo. Mientras caminaba por las calles con su saco lleno de regalos, una sonrisa tímida se dibujó en su rostro.

La gente del pueblo no podía creer lo que veían. El señor Grinch, el hombre que siempre estaba en contra de la Navidad, ahora se había convertido en su más ferviente defensor. Las luces de las casas volvieron a brillar y los niños se despertaron emocionados al encontrar sus regalos debajo del árbol.

A medida que avanzaba la noche, el señor Grinch se dio cuenta de que la verdadera magia de la Navidad no se encontraba en los regalos materiales, sino en el amor y la generosidad que se compartían. Comprendió que la Navidad era mucho más que una fecha en el calendario, era un sentimiento que podía transformar incluso al corazón más frío.

Desde aquel día, el señor Grinch se convirtió en el guardián del espíritu navideño en el pueblo de Luzbrillante. Todos los años, se encargaba de decorar las calles y organizar actividades para celebrar la Navidad en comunidad. Y aunque seguía viviendo en su pequeña cabaña, ahora lo hacía rodeado de amor y alegría.

Así, el señor Grinch descubrió el verdadero significado de la Navidad y se convirtió en una prueba viviente de que el espíritu navideño puede tocar hasta los corazones más oscuros. Y desde entonces, en el pueblo de Luzbrillante, la Navidad nunca volvió a ser la misma.

Cuento 4: La carta mágica

Cuento 4: La carta mágica

Había una vez, en un pequeño pueblo cubierto de nieve, una niña llamada Sofía. Se acercaba la Navidad y Sofía estaba emocionada por la llegada de Santa Claus. Todos los años, ella escribía una carta con sus deseos y la dejaba junto al árbol de Navidad.

Sin embargo, este año, algo extraordinario sucedió. Mientras Sofía escribía su carta, una estrella fugaz brillante cayó del cielo y aterrizó en su ventana. Curiosa, Sofía la recogió y descubrió que era una carta mágica enviada por la mismísima estrella.

La carta decía: Querida Sofía, he oído tus deseos y este año quiero hacer algo especial. Si me escribes una carta con un deseo secreto, prometo hacerlo realidad. Pero recuerda, este deseo solo podrá ser revelado a una persona especial para ti.

Sofía emocionada, decidió aceptar el desafío. Durante días, pensó y pensó en cuál sería su deseo más especial. Llegó la noche de Nochebuena y Sofía escribió su carta mágica. La guardó en un sobre dorado y la dejó bajo el árbol de Navidad.

Cuando llegó la mañana de Navidad, Sofía corrió emocionada hacia el árbol y encontró una respuesta a su carta. Dentro del sobre, una pequeña carta decía: Querida Sofía, tu deseo secreto ha sido concedido. Pero recuerda, solo podrás revelarlo si te lo pregunta alguien muy especial para ti.

Sofía, llena de intriga, esperó impaciente. Pasaron los días y nadie parecía hacerle esa pregunta especial. Hasta que un día, mientras paseaba por el parque, su abuelo le preguntó: Sofía, ¿qué deseas más que cualquier otra cosa en el mundo?.

Sofía sonrió y sacó la carta mágica. Con una voz llena de emoción, le contó a su abuelo su deseo más profundo: Abuelo, mi deseo secreto era poder pasar más tiempo contigo. Quiero que nuestras tardes juntos se conviertan en momentos eternos de felicidad.

El abuelo, con lágrimas en los ojos, abrazó a Sofía y le dijo: Mi querida nieta, ese es también mi deseo más profundo. Pasar tiempo contigo es lo más valioso para mí.

Desde aquel día, Sofía y su abuelo crearon un vínculo especial y cada tarde compartían momentos mágicos juntos. La carta mágica les recordaba la importancia de valorar y disfrutar los momentos en compañía de las personas que amamos.

Y así, la carta mágica se convirtió en un símbolo de amor y unión familiar. Todos los años, Sofía y su abuelo escribían una nueva carta mágica y, aunque ya no recibían respuestas, sabían que sus deseos se cumplían al compartir momentos llenos de amor y felicidad en la Navidad.

Fin.

Este cuento nos enseña que los verdaderos regalos de la Navidad no se encuentran bajo el árbol, sino en el amor y la conexión con nuestros seres queridos. Es una historia que nos invita a valorar y disfrutar de la magia de la familia en estas fechas tan especiales.

Cuento 5: El milagro de Navidad

Cuento 5: El milagro de Navidad

En un pequeño y acogedor pueblo llamado Winterhaven, la magia de la Navidad se sentía en cada rincón. Las calles estaban adornadas con luces brillantes, las tiendas mostraban sus escaparates llenos de regalos y la risa de los niños resonaba en el aire. Sin embargo, este año, algo estaba diferente.

En la víspera de Navidad, los habitantes de Winterhaven se reunieron en la plaza central para encender el árbol navideño. La tradición dictaba que, al hacerlo, se pedía un deseo en silencio. Pero este año, los deseos parecían más pesados que nunca. El pueblo había atravesado tiempos difíciles y muchos anhelaban algo más que un simple deseo.

Entre la multitud, se encontraba Amelia, una niña de ojos brillantes y cabello dorado. A pesar de su corta edad, Amelia podía sentir la tristeza en el aire y sabía que algo debía hacerse. Decidió que su deseo sería diferente. No solo pediría algo para sí misma, sino que pediría un milagro para todo el pueblo.

Mientras la noche avanzaba, una suave nevada comenzó a caer sobre Winterhaven. Era como si la nieve misma llevara consigo la promesa de un cambio. Amelia, inspirada por este espectáculo blanco y mágico, decidió emprender un viaje. Sabía que debía encontrar una estrella fugaz para pedir su milagro.

Con su bufanda roja y una pequeña linterna en mano, Amelia se aventuró en el bosque cercano. A medida que se adentraba, los árboles parecían susurrarle palabras de aliento. La nieve crujía bajo sus pies, pero ella no se detenía. Su determinación era más fuerte que cualquier obstáculo.

Después de caminar durante un tiempo, Amelia se detuvo en un claro despejado. Miró al cielo y, para su sorpresa, una estrella fugaz pasó volando. Rápidamente cerró los ojos, juntó sus manos y formuló su deseo en voz baja. Pidió que Winterhaven volviera a ser un lugar lleno de alegría, esperanza y amor.

Cuando abrió los ojos, algo extraordinario sucedió. La estrella fugaz que Amelia había visto se dividió en miles de luces brillantes que cayeron suavemente sobre el pueblo. La nevada se volvió más intensa y el aire se llenó de risas y canciones navideñas. Winterhaven había sido bendecido con el milagro de la Navidad.

A medida que los habitantes salían de sus hogares, sus rostros se iluminaban con alegría. La tristeza había desaparecido y en su lugar había una renovada esperanza. Los corazones se abrieron y la comunidad se unió en un espíritu de generosidad y solidaridad.

Amelia, con una sonrisa en su rostro, supo que su deseo se había cumplido. El milagro de Navidad había transformado Winterhaven y había recordado a todos la importancia de creer en la magia. Desde aquel día, el pueblo prosperó y se convirtió en un lugar donde la Navidad nunca dejaba de brillar.

Y así, el cuento del milagro de Navidad en Winterhaven se extendió por todo el mundo, recordándonos que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la bondad pueden traer un verdadero milagro a nuestras vidas.

Fin.

Cuentos de navidad cortos para reflexionar

Cuento 1: El regalo olvidado

Había una vez un niño llamado Lucas que esperaba con ansias la llegada de la Navidad. Lucas era un niño muy querido por su familia, pero este año no tenía mucho dinero para comprar regalos. A pesar de eso, decidió hacer algo especial.

Con mucho esfuerzo, Lucas ahorró lo suficiente para comprar un pequeño regalo para cada uno de sus seres queridos. Sin embargo, mientras envolvía los regalos, se dio cuenta de que había olvidado comprar uno para sí mismo.

Lucas se sintió triste, pero decidió no dejar que eso arruinara su espíritu navideño. Durante la cena de Nochebuena, Lucas observó cómo su familia abría los regalos con alegría y emoción. Aunque él no tenía un regalo propio, se sentía feliz al ver la felicidad en los rostros de sus seres queridos.

Justo cuando pensaba que la noche había terminado, su hermana menor, Laura, corrió hacia él y le entregó un pequeño paquete. Lucas lo abrió con asombro y encontró dentro una nota que decía: El mejor regalo que puedes recibir es el amor de tu familia. ¡Gracias por ser el mejor hermano del mundo!.

Lucas se dio cuenta de que su regalo no era material, sino el amor y la gratitud de su familia. Esa noche, aprendió que la verdadera magia de la Navidad no se encuentra en los regalos materiales, sino en el amor y la generosidad que se comparten entre las personas.

Cuento 2: La estrella perdida

En un pequeño pueblo, había una tradición muy especial durante la Navidad: cada año, los habitantes decoraban un enorme árbol en la plaza principal con una hermosa estrella en la cima. La estrella representaba la esperanza y la luz que la Navidad traía a sus vidas.

Un año, mientras todos se preparaban para decorar el árbol, se dieron cuenta de que la estrella había desaparecido misteriosamente. La gente del pueblo se sintió triste y preocupada, ya que sin la estrella, la Navidad no sería lo mismo.

En medio de la desesperación, un niño llamado Nicolás decidió tomar acción. Recogió ramas y hojas del bosque y comenzó a construir una estrella improvisada. Aunque su estrella no era tan hermosa como la original, tenía el mismo brillo y encanto.

El día de la decoración del árbol, Nicolás subió con valentía y colocó su estrella improvisada en la cima. Al verla, los habitantes del pueblo se sorprendieron y luego aplaudieron emocionados. A pesar de la falta de la estrella original, la nueva estrella de Nicolás les recordó que la esperanza y la luz de la Navidad siempre pueden ser encontradas, incluso en los momentos más difíciles.

Desde aquel día, la estrella de Nicolás se convirtió en un símbolo de la resiliencia y el espíritu navideño del pueblo. Cada año, se coloca en la cima del árbol junto a una placa que dice: La verdadera magia de la Navidad está en el corazón de quienes creen y no se rinden.

25 cuentos de navidad para niños

El regalo mágico: Un niño descubre un regalo especial debajo del árbol de Navidad que lo lleva a un mundo lleno de aventuras y sorpresas.

El muñeco de nieve que cobró vida: Un muñeco de nieve cobra vida durante la noche de Navidad y ayuda a un niño a cumplir sus deseos más profundos.

La estrella fugaz: Una estrella fugaz cae en el jardín de una niña y ella descubre que puede cumplir cualquier deseo que pida mientras la tenga.

El árbol mágico: Un árbol de Navidad mágico ayuda a una familia a encontrar la felicidad perdida y a unirlos durante las fiestas.

Los duendes navideños: Un grupo de duendes traviesos visita una casa durante la noche de Navidad y hacen travesuras divertidas.

El reno perdido: Un reno se pierde en el Polo Norte y un niño valiente lo ayuda a regresar con Santa Claus a tiempo para la entrega de regalos.

La galleta de jengibre aventurera: Una galleta de jengibre cobra vida y se embarca en una aventura para encontrar su lugar en el mundo durante la Navidad.

El pingüino navideño: Un pingüino se encuentra varado en un lugar cálido durante la Navidad y busca la manera de regresar a casa con su familia en el Polo Sur.

El muñeco de nieve perdido: Un niño construye un muñeco de nieve pero se olvida de él en el jardín. El muñeco de nieve emprende un viaje para regresar junto al niño antes de que se derrita.

El osito polar y el espíritu navideño: Un osito polar descubre el verdadero significado de la Navidad mientras ayuda a un grupo de animales del bosque a celebrar la festividad.

El tren mágico de Navidad: Un tren mágico aparece en la puerta de un niño y lo lleva a un viaje increíble a través de tierras mágicas durante la víspera de Navidad.

El ángel de la Navidad: Un ángel mágico visita a una niña y le enseña el poder del amor y la bondad durante la temporada navideña.

El enigma del regalo desaparecido: Un niño debe resolver un misterio cuando su regalo de Navidad desaparece misteriosamente antes de abrirlo.

La aventura de los renos perdidos: Los renos de Santa Claus se pierden en el bosque y un grupo de niños ayuda a encontrarlos antes de la noche de Navidad.

El duende y el juguete roto: Un duende de juguete intenta reparar un juguete roto para que un niño no se sienta triste en Navidad.

La vela mágica: Una vela especial encendida en Nochebuena concede deseos a todos los que la rodean.

El ángel de la nieve: Un niño encuentra un ángel de nieve en el jardín y descubre que tiene la habilidad de traer alegría y felicidad a quienes lo rodean.

La carta perdida: Un niño envía una carta a Santa Claus, pero se pierde en el camino. Un grupo de animales del bosque lo encuentra y se unen para entregarla a tiempo.

El calcetín mágico: Un calcetín navideño cobra vida y ayuda a un niño a encontrar el regalo perfecto para su hermano en la víspera de Navidad.

La música de las luces: Un niño descubre que las luces navideñas de su vecindario emiten sonidos mágicos y juntos crean una hermosa sinfonía.

El trineo perdido: Santa Claus pierde su trineo y un grupo de niños ingeniosos lo ayudan a encontrarlo antes de la noche de Navidad.

El hada de los copos de nieve: Un hada mágica de los copos de nieve visita a un niño y le enseña a encontrar la belleza en los pequeños detalles de la Navidad.

La nieve mágica: Una niña encuentra una poción que convierte la nieve en colores vivos y crea un espectáculo mágico en su vecindario.

El regalo olvidado: Un niño descubre un regalo olvidado en su ático y se embarca en una búsqueda para encontrar al destinatario adecuado antes de Navidad.

El espíritu de la Navidad: Un niño aprende sobre la importancia de dar y compartir durante la Navidad cuando se encuentra con el espíritu de la festividad.

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